En el ajetreo diario, mantener la calma puede parecer una tarea difícil. Sin embargo, es esencial para nuestra salud física y mental. Estar en calma no significa la ausencia de problemas, sino la capacidad de mantener la serenidad en medio de las dificultades.
La calma nos permite tomar decisiones más acertadas, reducir el estrés y mejorar nuestra calidad de vida.
En fisioterapia, la tranquilidad es crucial para cualquier proceso de recuperación. Un cuerpo (y una mente) en calma y relajado responde mejor a los tratamientos y se recupera más rápidamente.
Cuantas veces decimos los fisioterapeutas (y otros profesionales de la salud):…” lo importante es que estés tranquilo”…
Y esto es importantísimo. En fisioterapia, esta tranquilidad puede ser la clave para una recuperación exitosa y una vida más saludable. Mantener la calma te ayudará a enfrentar cualquier desafío con una mente clara y un corazón sereno.
Para que se entienda mejor este concepto de estar en calma, voy a contarte una historia que seguro encontrarás interesante…
Se trata de una fábula popular que ilustra el concepto de paz verdadera.
Un rey convocó a todos los pintores del reino para un concurso. Les pidió que pintaran un cuadro que simbolizara la paz perfecta. Muchos pintores participaron, y el rey observó cada una de las obras con gran atención.
Finalmente, el rey seleccionó dos cuadros como finalistas. El primer cuadro mostraba un lago tranquilo, rodeado de montañas majestuosas y un cielo azul con nubes blancas. Todo en la pintura reflejaba calma y serenidad.
El segundo cuadro también tenía montañas, pero eran escarpadas y rocosas. Sobre ellas, el cielo estaba oscuro y tormentoso, con relámpagos y lluvia. Sin embargo, en una grieta de la montaña, había un pequeño arbusto creciendo. En sus ramas, un pájaro había construido su nido y estaba sentado tranquilamente, a pesar del caos a su alrededor.
El rey eligió el segundo cuadro como el ganador. Explicó que la paz no significa estar en un lugar sin ruidos, problemas o trabajo duro. La paz verdadera significa estar en medio de todo eso y aún así mantener la calma en el corazón.
La historia del rey y el cuadro de la paz nos enseña que la verdadera paz no depende de las circunstancias externas, sino de nuestra capacidad para mantener la calma y la serenidad en medio de las dificultades.
Y puedes estar preguntándote: ¿y esto cómo lo puedo conseguir?
Aquí tienes unas estrategias de demostrada eficacia:
- Practica la Meditación y la Atención Plena: Dedica unos minutos cada día a la meditación o a ejercicios de atención plena. Esto te ayudará a centrarte y a encontrar calma interior, independientemente de lo que esté sucediendo a tu alrededor.
Si no sabes meditar puedes contar con nosotros; gracias a nuestros dispositivos de biofeedback validamos la práctica de meditación más conveniente, que en muchas ocasiones, suele ser la más sencilla. - Desarrolla la Resiliencia (resistencia): Aprende a ver los desafíos como oportunidades para crecer. La resiliencia te permitirá enfrentar las adversidades con una actitud positiva y mantener la paz interior.
En muchas ocasiones este “fortalecimiento interno” viene con la ayuda de tu psicólogo; acude a él. - Controla tus Reacciones: En lugar de reaccionar impulsivamente a situaciones estresantes, tómate un momento para respirar y responder de manera calmada y reflexiva. Te suena esto contar 10 segundos antes de responder ante algo que no te gusta. Te animo a que hagas un par de respiraciones conscientes… seguro que tu respuesta será más acorde a lo que el entorno te demanda.
- Encuentra Refugio en tus Pasiones: Dedica tiempo a actividades que te apasionen y te relajen. Esto puede ser bailar, leer, pintar, hacer ejercicio o cualquier otra cosa que te haga sentir bien.
Muchas veces le preguntamos a los pacientes por lo que les motiva y divierte… y no lo hacen. Cuanta energía nos da esto y lo beneficioso que es para la terapia. - Cultiva Relaciones Positivas: Rodéate de personas que te apoyen y te inspiren. Las relaciones saludables pueden proporcionarte un sentido de paz y estabilidad emocional.
Dicen que somos el promedio de las 5 personas con las que más nos juntamos. ¿Has pensado en esto! - Acepta lo que no Puedes Cambiar: A veces, la paz viene de aceptar las cosas tal como son y dejar de luchar contra lo que no podemos controlar. Enfócate en lo que sí puedes cambiar y deja ir lo demás.
Aplicar estas prácticas puede ayudarte a mantener la calma y la serenidad, incluso en momentos difíciles.
No vale solo con “yo lo intento”… hay que ponerse manos a la obra.
Lo que está en juego merece la pena.
¿Te gustaría profundizar en alguna de estas estrategias o necesitas ayuda con algo más?
Enrique Díaz Sánchez
Fisioterapeuta col nº 95