Como fisioterapeutas, nos encontramos inmersos en un contexto donde la diferenciación entre el valor y el precio adquiere una relevancia significativa.
El precio se presenta como la cifra tangible que refleja el intercambio monetario por nuestros servicios (esto lo tenemos en nuestra web) Es una medida cuantificable y necesaria en el ámbito comercial y económico de nuestra labor. Sin embargo, el valor, aunque no puede ser asignado a una cantidad monetaria específica, constituye la esencia misma de nuestra profesión.
El valor en la fisioterapia trasciende el mero coste financiero. Encarna la excelencia clínica, la dedicación hacia cada paciente, la experiencia del terapeuta, y el compromiso que tenemos como profesionales de la salud por mejorar la calidad de vida de aquellos que confían en nuestros cuidados. Implica un enfoque integral que va más allá de la curación de lesiones físicas; se extiende al bienestar emocional, psicológico y social de quienes atendemos; de ahí que en Promove Fisioterapia sigamos un enfoque Bio-Psico-Social en nuestro quehacer diario en consulta…. Esto es Medicina Psicosomática.
Nuestra labor no se limita a aplicar técnicas y protocolos; va mucho más allá. Buscamos comprender la historia única de cada individuo que cruza nuestra puerta, adaptando nuestro enfoque terapéutico a sus necesidades específicas. El valor se manifiesta en la personalización de cada tratamiento, en la empatía que demostramos, en el tiempo dedicado a explicar y educar a nuestros pacientes sobre su proceso de recuperación.
La satisfacción de nuestros pacientes y los resultados positivos que obtenemos son testimonio del valor que aportamos (las más de 150 reseñas superpositivas que tenemos en Google son una constatación de ello).
La recuperación de la movilidad, el alivio del dolor, la restauración de la funcionalidad perdida; son logros que trascienden el precio pagado por el servicio. El valor se mide en la capacidad para devolver la esperanza, la confianza y la alegría a quienes buscan nuestra ayuda…y esto lo conseguimos gracias a nuestro conocimiento, nuestras habilidades y además de todo ello, con nuestra actitud. Se dice que “sin actitud no hay altitud”… y nosotros queremos llegar alto, sin duda alguna.
Por todo ello, mientras el precio refleja una transacción financiera, el valor representa la esencia de nuestra profesión: la habilidad para impactar positivamente en la vida de quienes confían en nosotros para recuperar su salud y bienestar.
Cuando con tu trabajo consigues, no solo mejora esa calidad de vida, sino cambiar ese rumbo de enfermedad y ayudar en ese giro de 180º hacia otra nueva dimensión de salud y bienestar, sabes que lo que estás haciendo tiene sentido….
Muchas gracias por vuestra confianza.
Enrique Díaz Sánchez – Fisioterapeuta col. nº95