Vamos a tratar en esta entrada el tema recurrente de si me opero o no…
Cada año, millones de personas se enfrentan a una decisión compleja: someterse a una cirugía para tratar una patología o buscar alternativas conservadoras. Como fisioterapeutas, vemos diariamente a pacientes que dudan si realmente la intervención es la mejor opción. En este artículo, analizamos los pros y contras de operarse desde la perspectiva de la fisioterapia, para ayudarte a tomar una decisión informada y personalizada.
La visión de un fisioterapeuta ante el dilema quirúrgico…
¿Cuándo es recomendable la cirugía?
Existen casos en los que la cirugía es claramente la mejor opción:
- Fracturas graves y lesiones estructurales complejas
Cuando hay desplazamiento óseo significativo o roturas completas de ligamentos y tendones, la cirugía suele ser necesaria para restaurar la funcionalidad.
- Compresión nerviosa severa
En casos como hernias discales que causan pérdida de fuerza, alteraciones en el control de esfínteres o dolor intratable, la cirugía puede ser la mejor solución.
- Desgaste articular avanzado
Pacientes con artrosis severa que no responden a tratamientos conservadores pueden beneficiarse de una prótesis.
- Roturas completas de estructuras clave
En deportes de alto rendimiento, lesiones como la rotura del ligamento cruzado anterior pueden requerir cirugía para permitir una rehabilitación adecuada y volver a la actividad previa.
¿Cuándo optar por un tratamiento conservador?
La fisioterapia juega un papel clave en muchas patologías, evitando la necesidad de una intervención quirúrgica en muchos casos. Algunas razones para optar por un enfoque conservador incluyen:
- Dolor sin limitación funcional severa
Si puedes realizar tus actividades diarias con ciertas adaptaciones, la rehabilitación fisioterapéutica puede ser suficiente.
- Lesiones musculoesqueléticas leves o moderadas
Problemas como tendinitis, esguinces y desgarros parciales pueden responder muy bien al tratamiento conservador.
- Pacientes con enfermedades crónicas
En personas con condiciones como diabetes o problemas cardiovasculares, una cirugía puede implicar mayores riesgos que beneficios.
- Posibilidades de recuperación sin cirugía
En muchas lesiones, el cuerpo tiene una gran capacidad de regeneración y adaptación, siempre que se le brinden los estímulos adecuados a través de la fisioterapia.
Los riesgos de una cirugía innecesaria
Aunque muchas cirugías tienen tasas de éxito elevadas, cualquier intervención quirúrgica conlleva riesgos como:
- Infecciones.
- Reacciones adversas a la anestesia.
- Problemas en la cicatrización.
- Pérdida de movilidad y debilidad muscular postoperatoria.
- Necesidad de una rehabilitación prolongada.
Además, hay casos en los que la cirugía no garantiza una mejoría significativa o puede dejar secuelas, como en algunas operaciones de columna.
El papel de la fisioterapia antes y después de una cirugía
Si finalmente decides operarte, la fisioterapia es crucial tanto en la preparación como en la recuperación. Un buen trabajo preoperatorio mejora los resultados postquirúrgicos, reduciendo el tiempo de rehabilitación y favoreciendo una recuperación más rápida y efectiva.
En el postoperatorio, la fisioterapia ayuda a recuperar la movilidad, fuerza y funcionalidad, evitando complicaciones como adherencias o rigidez articular.
Conclusión ante esto de me opero no no me opero… La decisión debe ser informada y personalizada
No existe una respuesta universal a la pregunta de si operarse o no. Cada caso es único y debe ser evaluado de manera individual. Como fisioterapeutas, nuestra recomendación es explorar todas las opciones conservadoras antes de optar por la cirugía, siempre con la asesoría de un equipo multidisciplinario.
Puedes escuchar la entrevista que Santi Ortega le hace a nuestro compañero Jorge Mora de Promove Fisioterapia que se emite en la matinal de los domingos en Ser Deportivos Andalucía.
Emitido el domingo 16 de marzo de 2025
Jorge Mora Gragera
Fisioterapeuta Col. 12225
Imagen de portada: Photo by cottonbro studio desde Pexels